
En su blog del diario El día, Facundo Aché nos vuelve a demostrar su altísima calidad como periodista. Una nota sobre el Doctor René Favaloro en un nuevo aniversario de su fallecimiento. Imperdible, emocionante. Entregó su propia vida, después de haber salvado tantas, por un ideal.
SUS OJOS SE CERRARON
Estoy cansado de luchar y luchar, galopando contra el viento como decía Don Ata”. La letra clara sobre el papel blanco. El papel en el sobre. Decisión. El ruido sordo y seco que apenas escucharon dos personas en un edificio de Palermo.
Diez años ya. ¿Qué decir de René Gerónimo Favaloro? ¿Contar sus días en las aulas del glorioso Colegio Nacional o en la Facultad de Medicina? ¿Rememorar las charlas entre iguales en Jacinto Arauz o el nacimiento del prestigio en Cleveland? ¿Enumerar sus premios, reconocimientos y distinciones? ¿El Güemes, la CONADEP, su Fundación? ¿dar detalles del final? No, ¿para que?…
¡Que nos van a contar si era nuestro! Con ese sentido de pertenencia de lo querido y añorado. ¡Sí era uno más en El Mondongo! La escuela 45, las aulas del glorioso Colegio Nacional, la Facultad de Medicina, el Policlínico…Favaloro era nuestro, de todos los platenses. Auténtico, con errores y defectos que no lo empañaron. Al contrario, lo engrandecieron. Nuestro héroe de verdad, nacional, bien anónimo y mortal.
“Era nuestro” suena más visceral dicho por un tripero. Cualquier hincha de Gimnasia lo siente, lo piensa y lo dice propio. Era de Gimnasia. Desde los pantalones cortos hasta el último día. Imágenes. La histórica foto abrazado a la camiseta, cuando Samanta le retrató el alma. Abrazado a todos la tarde del ascenso. Una mañana de invierno emponchado en Estancia Chica. Recuerdos. El diario El Día que llegaba a estados Unidos vía aérea y lo unía al Lobo. Una infernal y celestial tarde de diciembre del ’84. Recuerdos que podrían ser de una tarde cualquiera…
“Y que quiere amigo… Yo soy Hincha de Gimnasia y Esgrima desde niño, desde 1933, cuando por primera vez pisé este estadio traído por mi tío. Siempre seguí a Gimnasia y sufrí con sus derrotas y me alegré con sus triunfos. Eso sí, nunca hice drama. En el deporte es lógico que uno gane y se alegre y también es lógico ganar y se logró con armas limpias.”
“Jugaba libremente, era back central, asi se llamaba en mi epoca. Ahora seria el numero dos. pero nunca pase de eso, me gustaba mas el basquet que sí lo practiqué en el club. El fútbol fue solo en los baldíos y los domingos desde la tribuna. La verdad: era un hincha furioso.”
¿El corazon? “Y bueno, sé que la tensión sube pulsaciones, pero si uno sabe adaptarse a la situación el corazòn no se queja. Y la mejor manera de aflojar las tensiones es vomitarlas en un grito. Y eso hace la hinchada y eso hago esta tarde, aunque no se olvide que por mi profesión vivo constantemente tensionado, y más bien que estoy acomtumbrado. Pero los goles los grito y los triunfos los festejo como cualquiera.”
Leyenda. Humanista. Eminencia. Logros. Prestadores. IOMA. PAMI. Convicciones. Fundación. Deudas. Angustia. Decepción. Cartas. Un tiro a las 16.30 de un sábado cualquiera. Gris…
Y pensar que fue maestro del by pass y murió de un disparo al corazón.
“El cirujano vive con la muerte, es su compañera inseparable, con ella me voy de la mano” (René Gerónimo Favaloro, 12/7/1923-29/7/2000
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Fuente: www.mundolobo.com.ar