
Luego de la derrota de dos semanas atrás en el Bosque, el ex entrenador de Racing tuvo que dejar su cargo repentinamente, sin previo aviso. Ahora el que tambalea es el técnico de River que el próximo domingo viene a jugar a 60 y 118.
Tras el empate de ayer, Astrada se retiró del estadio Monumental envuelto en una silbatina de aquellos hinchas que supieron elevarlo hasta la gloria máxima, pero como el fútbol argentino padece de escasa paciencia, en Núñez vaticinan que una derrota frente a Gimnasia podría ser determinante para el futuro del entrenador. El empate le daría un poco de aire para llegar al jueves y enfrentar a San Lorenzo.
Para colmo el Lobo viene afiladito en el Bosque, lugar donde cosechó los dos únicos triunfos en lo que va del torneo, y si se tiene en cuenta el parejo rendimiento del equipo frente a Tigre y lo mal que jugó River ante Arsenal, un triunfo de los dirigidos por Diego Cocca no parece nada descabellado.
Está claro que el título de la nota no tiene nada que ver con Gimnasia, sino la casualidad del mal momento del rival, sin embargo, la entereza que muestra el equipo con el orden que le está imprimiendo su técnico hace que el Lobo se transforme en el verdugo del momento.
fuente: www.cielosports.com